lunes, 8 de abril de 2013

Entrevista del Periódico Noticias de Lomas de Zamora


La Mujer, el Amor y el Sexo

"La época que vivimos 
no favorece el amor"

El psicoanalista Claudio Barbará inició un Seminario denominado “Las Mujeres, el Amor y el Sexo” en la sede de AUN-PSI (Espacio de Orientación y Tratamiento Psicológico), ubicada en Castelli 531, Lomas de Zamora. Luego del primer encuentro, Barbará dialogó con Noticias de Lomas sobre distintos aspectos de esa temática.

-¿Cuál es el objetivo del Seminario?
-La idea del Seminario es acercar un saber, que no es popular y puede ser complejo, a la comunidad en general. La temática en sí, que es la mujer en relación con el amor y el sexo, surge en función de cuestiones que han venido pasando en nuestra sociedad en los últimos años con respecto a la mujer, la cuestión de género, bueno…, ya sabemos que hay malas noticias cada tanto de maltratos, la trata, etc. La intención es iluminar humildemente digamos, desde la perspectiva del psicoanálisis. Queremos que ayude como herramienta para pensar la cuestión de la mujer, que excede a la mujer misma. Es algo que anda dando vueltas en la sociedad como intriga y como necesidad de saber, porque el Seminario tiene una muy buena repercusión, no solo por los asistentes sino por otras instituciones que nos han llamado.

- ¿Cuáles son los problemas, las consultas más frecuentes que le formulan las mujeres?
- Si hubiera que ponerle un subtitulo que pudiera simplificar gran parte de la consulta de la mujer podríamos llamarlo “la insatisfacción”. A veces muy difusa, a veces muy focalizada. La insatisfacción no es solamente la insatisfacción sexual, arrastra todos los campos de la vida. Así como en los varones más bien la consulta está por el lado de la impotencia, pero la impotencia no es necesariamente la impotencia viril del miembro, sino la impotencia en “no puedo conseguir trabajo”, “no puedo conseguir una pareja”.

- En la época actual, ¿hay una crisis del deseo sexual?
- Es un tema muy complejo, no quisiera arriesgar una frase muy categórica y que se malinterprete. Vamos a decirlo así: la época que vivimos no favorece el amor, y eso es notable en los fenómenos que los sujetos, los individuos de cualquier sexo, viven permanentemente. El amor ha caído en descrédito, y ahí amor lo acerco al concepto de deseo: hay una crisis importante de eso porque todo, la publicidad, los medios, la televisión, incluso el cine, van en una dirección contraria de favorecer el amor.
Ahora, ¿es posible retornar a épocas pasadas? Pues no, nunca se puede volver al pasado. La cuestión es hacia donde nos llevaría esto en un futuro cercano. No lo sabemos. Sí podemos decir que hay una exaltación de lo sexual asociado a lo pornográfico. Hay una perversión del deseo, y ese discurso social que está en todas partes, en Internet, en los medios, es coercitivo, coacciona, quiero decir que empuja al sujeto a buscar en ese discurso más bien obsceno la satisfacción que ahí no va encontrar. La exaltación de la “sexualidad vale todo” va en contra sí del lazo social que es el amor y el deseo.

- ¿Por qué cree que se producen hoy tantas rupturas de parejas? ¿Hay cada vez menos tolerancia?
- Se une con lo que veníamos diciendo antes. No tenemos un modelo del amor en la pareja, eso quedó en el pasado. Cuando se debilita tan fuertemente en una sociedad un modelo del amor, las relaciones carecen de ese modelo, entonces vemos el fenómeno que es que las relaciones de amor duran poco, incluso aquellas que han establecido un lazo certificado civilmente, que han ido al Registro Civil, a la Iglesia, que han formalizado su situación, y sin embargo parece que ese lazo parecer ser muy débil para mantenerlos juntos. A todo esto hay que sumarle por supuesto las exigencias de la vida, las complicaciones que cada sociedad tiene, que hacen que los sujetos deban pelear por la vida. Vemos lo que pasa por ejemplo en Europa, en países como España, donde la gente se suicida porque perdió su casa. Bueno, esos son fenómenos muy extremos, pero podemos inferir cuántas relaciones de pareja se están destruyendo en éstos momentos ante las imposibilidades que la sociedad misma, históricamente, le propone como dificultad para vivir.

- ¿Qué buscan en general mujeres y hombres que se separan? ¿Vivir lo que no vivieron cuando eran más jóvenes?
- Por ahí un modelo que vende el discurso social, que propone un sujeto que no tiene historia, eternamente joven, eternamente viril y potente. O en la mujer, eternamente joven, bella, atractiva, objeto de deseo. Ud. decía vivir lo que no se vivió…, hay algo del fantasma de que se puede recuperar el pasado o las vivencias no vividas, este es un fantasma casi universal. Hay un sector etario, de cierta población con muchos años vividos, con hijos grandes, que se separan en busca de aventuras como una reivindicación de que todavía son jóvenes, y se pueden vivir cosas que se han vivido a los 20 años, pero por las consultas, por la experiencia clínica, eso demuestra que tiene patas cortas. Rápidamente lo que el sujeto viene a decir es: “yo no sé ni por qué me separé ni sé lo que quiero”. Y hay que empezar a revisar entonces cómo llegó hasta esa situación. Lo que pensó en su momento fue una salida media fantasmática digamos, y al poco tiempo se da cuenta de que eso no era ninguna salida, que se ha agudizado su insatisfacción, su soledad, su falta de objetivos, su destino.

- ¿Qué se puede hacer entonces para revalorizar la relación amorosa?
- Vamos a dividirlo en dos cuestiones. Hay algo que es del orden de lo social, que es un discurso que empuja a contrapelo del amor. No es un fenómeno de los últimos años, es un fenómeno de las últimas décadas y se va acentuando como el sujeto lo percibe y lo vive.
Luego está la esfera personal, es decir, qué le ocurre al sujeto con la cuestión del amor. Está claro que el sujete no va a modificar solo el discurso de la época. Puede sí interpelarse él mismo, interrogarse él mismo sobre la cuestión del amor. Y yo como psicoanalista, el mejor consejo que le puedo dar a alguien es que si está en esas circunstancias, lo mejor es analizarse. Porque no hay forma de que un sujeto solo salga del laberinto en el cual se encuentra. Todas las salidas que vea desde su soledad van a terminar en fracaso, porque uno solo ve lo que quiere ver. Es necesario psicoanalizarse, con esto no estoy haciendo una masiva promoción del psicoanálisis, porque no es para cualquiera, habrá quien desee hacerlo y quien desee no hacerlo, y no está mal ninguna de las dos cosas. Pero es una salida factible seriamente.

- A los adolescentes, ¿les importa el amor?
- Yo creo que sí, porque viven mucho más cercanamente el fragor del amor digamos. Y se ve en otros fenómenos que no necesariamente es el amor de pareja, que son las pasiones sociales. Le pongo un ejemplo que es muy disparatado pero que es notable. La cantidad de mujeres, adolescentes, jóvenes, que se han vuelto apasionadamente hinchas de un club, y van a la cancha. Tienen lazos con el club, la camiseta… Eso es muy importante en una sociedad. Porque en otras épocas, en el club crecía, hacia sus amigos, se hacia hombre o mujer, y también conocía a su novia y su futura esposa. Antes era un fenómeno muy raro. La mujer en todo caso acompañaba al hombre, a su pareja a la cancha, y hoy van por sí solas. Eso es un fenómeno amoroso. No creo que ahí este el problema, el problema es más para los adultos que para los adolescentes que, por supuesto, mantienen ciertos ideales, ciertas pasiones. Por supuesto que habrá adolescentes que tienen dificultades porque es una época complicada de la vida.
Pero la juventud actual es muy prometedora. Creo que va contra este discurso tan reinante en la sociedad, que muchos adultos han aceptado como verdadero e irrevocable, como único, y que ha demostrado su fracaso absoluto en todo sentido y que estas actitudes de la adolescencia, de la juventud, justamente reivindican lo contrario.

- ¿Qué recomendación le daría a las mujeres frente a la cuestión del amor y el sexo?
- La recomendación sería que me parece imprescindible para abordar temas como la mujer, el amor y el sexo, deponer los prejuicios, deponer falsas verdades que circulan en el saber común como verdades pero que hay que encomillarlas, ponerlas entre paréntesis, volver a pensarlas. En esto aporta una muy buena dosis el psicoanálisis, el psicoanálisis es un discurso contra prejuicioso, que espera del sujeto la libertad de opinar, de decir, sin censura o lo que es peor, autocensura. A lo largo de este Seminario deconstruir esos saberes que se dan como axiomas sólidos, verdades constituidas, eternas. Desprejuiciarse para empezar a pensar las cosas desde ángulos inesperados, que les van a parecer muy sorprendentes.

La participación en el Seminario es libre y gratuita. La inscripción se realiza llamando al 2053 2052 o por mail a seminario@aunpsi.com.ar

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